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| Carteles informativos instalados en el HUCa para los cursos de formación del sistema Millennium. / M. ROJAS |
Los médicos vaticinan «un cuatrimestre caótico» en La Cadellada, que aún no está a pleno rendimiento, mientras los sindicatos dicen que «todo va lento»
LAURA FONSECA
Casi tres meses ha tardado el servicio de admisiones, una de las arterias vitales de cualquier centro hospitalario, en disponer de teléfono. Y no es el único en esa situación. En el nuevo HUCA «va todo muy lento y aún quedan muchas cosas por hacer», aseguran varios miembros de la Junta de Personal del Hospital Universitario Central de Asturias. Cuando ya han pasado dos meses y medio de la apertura de La Cadellada, los trabajadores afrontan la recta final de 2014 con «preocupación e incertidumbre» casi a partes iguales. Preocupación porque el hospital aún no está funcionando a pleno rendimiento «y el reguero de fallos informáticos, problemas y deficiencias no cesa», apuntan. E incertidumbre «porque no sabemos qué pasará con los cerca de 300 trabajadores eventuales a los cuales les expira el contrato a finales de septiembre».
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