Desde las ocho de la mañana han dejado de funcionar las Urgencias de Silicosis y ha comenzado el traslado de los enfermos desde la cuarta planta hacia la residencia, 46 en total. Se trata de una operación para la que ha sido necesario el traslado de diverso material desde la unidad de Silicosis, incluídas las camas.
Posteriormente, se iniciará el desalojo de los enfermos de la séptima planta, donde hay pacientes en aislamiento y de los 6 que permanencen en la UCI, en total, 46 personas.
Los afectados por el cierre se han mostrado muy molestos por una clausura que dicen les genera molestias innecesarias. Los trabajadores insisten en que es una medida que busca ahorro a costa de la calidad asistencial y lamentan que el SOMA no haya defendido la permanencia de un centro financiado con fondos mineros y parte de la historia del sector.
En 1970 Silicosis abría sus puertas para dar respuesta a los problemas de salud causados por el trabajo en la mina.
Desde la Consejería de Sanidad dicen que Silicosis no desaparece y aseguran que todo forma parte del proceso preparatorio para su integración futura en el nuevo HUCA.
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