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jueves, 30 de mayo de 2013

El pequeño saharaui vuelve a sonreír

Equipo de trasplante de médula del HUCA
Limam Omar, un refugiado de 8 años que sufría una leucemia mortal, salva su vida gracias a un trasplante de médula en el Hospital Central.

Oviedo, Pablo ÁLVAREZ «Estoy muy contento», «tengo ganas de jugar», «no me gusta estudiar». En tres frases cortas, y despojadas de cualquier vestigio de formalismo, Limam Omar, de 8 años, resume su presente y el futuro al que aspira. En cuanto se descuida, esboza una amplia sonrisa y dibuja con sus dedos un doble signo de victoria. Nada extraño, porque su pasado reciente se llama enfermedad, o más bien muerte segura. Hace 40 días fue sometido a un trasplante de médula ósea en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), una intervención impensable para un niño nacido y crecido en la inmensa pobreza del desierto, en un campos de refugiados saharauis. Hoy la leucemia que padecía está en fase de remisión completa. «Está estupendo, perfecto. Lo lógico es que esté curado para siempre», explica Carlos Vallejo, responsable de la unidad de trasplante hematopoyético del Hospital Central.

La noticia en La Nueva España »

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