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miércoles, 25 de diciembre de 2013

Una motivación altruista

CARTAS AL DIRECTOR- 
Quiero llamar la atención sobre el artículo publicado el 10 de diciembre ¿Quién debe ser funcionario?,y compartir con ustedes un par de ideas al respecto.
Hoy, cada vez más voces aseguran que ya no es necesaria la seguridad de tener puestos de trabajo prácticamente vitalicios —a los que acceder por mérito— que, sostienen, no fomentan el esfuerzo y la mejora por la falta de incentivos. Mis padres son un ejemplo de que hay personas que acceden al funcionariado por mérito, pero mérito de verdad, no mérito político; por eso son ciudadanos independientes, porque lo que han alcanzado en la vida está por encima del poder político. He crecido viendo a mis padres esforzarse cada día por hacer bien su trabajo, ¡sin incentivos! Una dedicación sincera con la que han podido alcanzar una vida un poco mejor que la de sus padres, y transmitir a sus hijos el valor del trabajo y del pensamiento independiente. Cuando leo los comentarios del consejero de Sanidad de Madrid sobre los médicos, “no tienen incentivos para mejorar su desempeño más allá de la pura motivación altruista”, solo me queda contestar que ojalá los políticos y las esferas de poder de nuestro país supieran lo que es tener una motivación altruista. Mis padres podrían explicárselo.
Les agradecería enormemente que hiciesen al menos una breve mención a mi comentario, por los jóvenes españoles que estamos en el extranjero y buscamos esos valores altruistas que nuestra sociedad está perdiendo.— Natalia Jardón Pérez.

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