Varios sindicatos vuelven a reclamar que se incremente el personal del centro, con categorías que llevan al menos una década sin consolidar empleo y en el que algunos trabajadores encadenan contratos temporales durante años
Los laboratorios del hospital de Cabueñes tienen el mismo personal que en 1998. No hace tanto se llegó al extremo de que, durante las noches, sólo se quedaba una enfermera por cada planta de hospitalización, en las que de media pueden estar entre 20 y 24 pacientes. Hoy, por las noches también, se quedan tres celadores para las ocho plantas de hospitalización. Si uno de ellos tiene que asistir en la UVI, se quedan sólo dos. Son varios los ejemplos que, a lo largo de los últimos años, vienen demostrando que la plantilla de Cabueñes, que atiende a las poblaciones de Gijón, Carreño y Villaviciosa, es insuficiente y está sobrecargada.
«Llevamos arrastrando esta falta de plantilla desde hace muchos años», indican desde los sindicatos CCOO, Cemsatse, Sae, Sicepa/Usipa y UGT, «la situación de precariedad de nuestra plantilla es conocida tanto por la gerencia del área, que comparte y entiende las necesidades de aumentarla y la sobrecarga que están sufriendo los profesionales, como por parte de los representantes de la consejería». «Se ha intentado paliar mediante contratos estructurales de plantilla en el 2014, a todas luces insuficientes para las necesidades reales de la población a la que se presta asistencia», señalan. Esos contratos, que se remontan a diciembre de 2014, se debieron a la implantación del nuevo programa informático Selene, y supusieron la incorporación de 35 enfermeras y seis auxiliares.
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