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| El personal recibe a un paciente en el HUCA. / P. LORENZANA |
Los sindicatos denuncian carencias en lencería, cocina, material sanitario y personal
PABLO ZARIQUIEGUI
Cuando todo falla queda el ser humano. Cuando hay problemas técnicos lo que garantiza la seguridad es el personal. No podemos afrontar una crisis sin plantillas. Han sido algunas de las frases expuestas esta mañana en la reunión entre los sindicatos con representación en la junta de personal y la gerencia del área sanitaria de Oviedo.
El encuentro ha comenzado con malas caras. Los representantes de los trabajadores acudían a la reunión enfadados tras leer las declaraciones de Manuel Matallanas en las que dejaba entrever que algunos de los desperfectos que ha sufrido en nuevo HUCA pudieron deberse a un sabotaje de los propios profesionales. Matallanas, según los sindicatos, se ha disculpado matando al mensajero. El titular del área cuarta ha señalado que la prensa pudo haber malinterpretado sus palabras y ha añadido que en ningún momento acusó a los trabajadores.
Lencería
La escasez de ropa de cama, pijamas para los pacientes y uniformes para los trabajadores sigue sin resolverse. El gerente se ha comprometido a realizar nuevas compras si las gestiones que se están realizando no solucionan el problema antes de final de mes. Los sindicatos apuntan que la lavandería del viejo hospital está infrautilizada y que las subcontratas no funcionan como debieran. La ropa que se entrega para lavar no se devuelve a tiempo o incluso llega sucia, arrugada o húmeda. "Muchos trabajadores andan puercos por los servicios y no se pueden quitar el uniforme porque no está permitido", comenta Kate Herrero, de Sicepa. "Hay pacientes a los que la familia les traen toallas de casa porque pasan días sin que se cambien", añade.
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